FRANCO, LA VERDADERA HISTORIA
STALIN
LA HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS
sábado, 18 de abril de 2015
lunes, 17 de febrero de 2014
LOS CONSEJOS SOBRE EL MATRIMONIO DEL PAPA FRANCISCO
El papa hablando del amor menciona que el amor es como construir una casa, menciona que el amor crece y se construye como una casa. Por lo tanto podemos preguntarnos si es esto realmente cierto o hacia dónde está orientado lo que está diciendo el papa Francisco. Antes que nada hay que aclarar que las palabras del papa son el fiel reflejo de lo que piensa una sociedad. Sus dulces palabras pueden contener interiormente mensajes que se contradicen con lo que nuestro yo superior quiere de nosotros.
Analicemos entonces. Primeramente preguntemos ¿es el amor inmutable y eterno? entonces ¿puede crecer lo que es inmutable y eterno? Es evidente que no.
Si el amor es como la construcción de una casa necesito elementos para construir esa casa. ¿De dónde extraeré esos elementos? He aquí una pregunta fundamental, pues esos elementos deberían ser las virtudes de cada uno. Las virtudes que el papa alega en su recomendación son el pedir permiso, el pedir perdón, el dar las gracias. Pero eso en realidad no son virtudes sino formalidades ¿por qué no menciona la actitud de poner límites y de no estar de acuerdo con el otro cuando el otro está equivocado? En contraparte con esta declaración de Francisco I, Krishnamurti nos dice en su Diario que: “El amor es destrucción”. ¿Por qué K no afirma al amor como un proceso constructivo? ¿Será que el amor sólo puede existir mediante la eliminación de todo aquello que no es amor? ¿Será que no podemos construir amor sino que sólo estamos capacitados para permitir que el amor se logre como una entidad que nos supera y que no podemos manejar como si fueran ladrillos?
Existe entonces aquí dos posturas distintas una queriendo construir conscientemente el amor y la otra tratando de descubrirlo, de abrirle la puerta, pues “ya existe”, tratando de develarlo, pues sólo se encuentra escondido dentro nuestro, y la forma de develarlo no es positivamente volcando con el pensamiento actitudes premeditadas, sino dándonos cuenta de aquello que no es amor, observando aquello que lo distorsiona. Por ello Krishnamurti dice: “Cuando hay humo, la llama no está, pero cuando comprendemos la verdad de la utilización que hacemos del otro, la llama está ahí. Usamos al otro porque internamente somos pobres, insuficientes, mezquinos, pequeños, solitarios, y esperamos que, usando al otro, podremos escapar.”[1]
Pero para que aparezca la llama, se requiere más que una conducta respetuosa, tal como nos aconsejara el papa, el respeto en la relación sólo puede existir, no en los modales, sino en la observación entre ambas personas, una observación que detecte aquello que no le hace bien al otro, y que a través del consejo lo ayude a caminar, eso sí es amor; las gracias y el pedir permiso, como dice el papa, son modalidades que pueden o no estar, pero que lo fundamental rige justo en la medula del problema. El respeto, sólo puede existir cuando el problema está sobre la mesa y muchas veces el pedir permiso, el gracias y el perdón son meras modalidades externas que no se adentran a la cuestión y dejan pasar las cosas a fin de postergarlas. Uno puede ser muy educado y a la vez no respetar al otro.
Después de mencionar eso, el papa alega que la casa se construye juntos y agrega ¡no solos!.
Analicemos entonces. Primeramente preguntemos ¿es el amor inmutable y eterno? entonces ¿puede crecer lo que es inmutable y eterno? Es evidente que no.
Si el amor es como la construcción de una casa necesito elementos para construir esa casa. ¿De dónde extraeré esos elementos? He aquí una pregunta fundamental, pues esos elementos deberían ser las virtudes de cada uno. Las virtudes que el papa alega en su recomendación son el pedir permiso, el pedir perdón, el dar las gracias. Pero eso en realidad no son virtudes sino formalidades ¿por qué no menciona la actitud de poner límites y de no estar de acuerdo con el otro cuando el otro está equivocado? En contraparte con esta declaración de Francisco I, Krishnamurti nos dice en su Diario que: “El amor es destrucción”. ¿Por qué K no afirma al amor como un proceso constructivo? ¿Será que el amor sólo puede existir mediante la eliminación de todo aquello que no es amor? ¿Será que no podemos construir amor sino que sólo estamos capacitados para permitir que el amor se logre como una entidad que nos supera y que no podemos manejar como si fueran ladrillos?
Existe entonces aquí dos posturas distintas una queriendo construir conscientemente el amor y la otra tratando de descubrirlo, de abrirle la puerta, pues “ya existe”, tratando de develarlo, pues sólo se encuentra escondido dentro nuestro, y la forma de develarlo no es positivamente volcando con el pensamiento actitudes premeditadas, sino dándonos cuenta de aquello que no es amor, observando aquello que lo distorsiona. Por ello Krishnamurti dice: “Cuando hay humo, la llama no está, pero cuando comprendemos la verdad de la utilización que hacemos del otro, la llama está ahí. Usamos al otro porque internamente somos pobres, insuficientes, mezquinos, pequeños, solitarios, y esperamos que, usando al otro, podremos escapar.”[1]
Pero para que aparezca la llama, se requiere más que una conducta respetuosa, tal como nos aconsejara el papa, el respeto en la relación sólo puede existir, no en los modales, sino en la observación entre ambas personas, una observación que detecte aquello que no le hace bien al otro, y que a través del consejo lo ayude a caminar, eso sí es amor; las gracias y el pedir permiso, como dice el papa, son modalidades que pueden o no estar, pero que lo fundamental rige justo en la medula del problema. El respeto, sólo puede existir cuando el problema está sobre la mesa y muchas veces el pedir permiso, el gracias y el perdón son meras modalidades externas que no se adentran a la cuestión y dejan pasar las cosas a fin de postergarlas. Uno puede ser muy educado y a la vez no respetar al otro.
Después de mencionar eso, el papa alega que la casa se construye juntos y agrega ¡no solos!.
En contraste con esto Krishnamurti dice:
“Debido a que muy pocos de nosotros podemos estar solos, sin depender de nadie, decimos: tengo que casarme, o tendré una amiga, lo que fuere, pero debo tener a alguien con quien sentirme a gusto. Nunca nos sentimos a gusto con nadie porque vivimos sumergidos en nuestros propios pensamientos, en nuestros propios problemas, en nuestras propias ambiciones y demás. Tenemos miedo de estar solos, Porque la vida es muy solitaria, la vida es muy, muy compleja y dificultosa, y uno necesita a alguien con quien poder hablar, Además, cuando uno se casa tiene una relación sexual, hijos, etc. En esta relación entre hombre y mujer, si no hay amor, él la usa a ella y ella lo usa a él, él la explota y ella lo explota. Eso es un hecho.”[2]
Por lo tanto la casa se construye primeramente desde el centro íntimo de cada uno, desde la soledad creativa en unión con el Ego superior de cada uno y en esa unión solitaria se encuentra al otro, al gemelo, al alma esposa. El alma esposa no está afuera de uno, está dentro, por lo tanto un mejor consejo seria no tratar de construir nada, pues la casa ya existe, sólo hay que observarla, pero para ello debe existir una individualidad que nos conecta con el otro, una comunicación con uno mismo en donde encontramos al otro. Es inútil tratar de hacer algo afuera, como ser, un matrimonio, una sociedad o una amistad sin estar unificado uno con uno mismo, sin estar comunicado con uno mismo. Por ello las recomendaciones del papa son estériles, se enfocan más bien a lo externo quedando el espíritu olvidado. El amor, como el matrimonio son conceptos y son arquetipos divinos, tratar de plasmarlos con esfuerzo diario, como arguye el papa, es negarlos. El amor no necesita esfuerzo diario, el matrimonio no es un trabajo de todos los días, como bien afirma el papa al principio de su discurso, el amor es el arte de observar, de ver la necesidad en uno, el egoísmo en uno, la hipocresía y la banalidad que existe en uno y que daña al otro, el amor no puede ser construido ni trabajado, el único que puede construir el amor es Dios.
Por lo tanto la casa se construye primeramente desde el centro íntimo de cada uno, desde la soledad creativa en unión con el Ego superior de cada uno y en esa unión solitaria se encuentra al otro, al gemelo, al alma esposa. El alma esposa no está afuera de uno, está dentro, por lo tanto un mejor consejo seria no tratar de construir nada, pues la casa ya existe, sólo hay que observarla, pero para ello debe existir una individualidad que nos conecta con el otro, una comunicación con uno mismo en donde encontramos al otro. Es inútil tratar de hacer algo afuera, como ser, un matrimonio, una sociedad o una amistad sin estar unificado uno con uno mismo, sin estar comunicado con uno mismo. Por ello las recomendaciones del papa son estériles, se enfocan más bien a lo externo quedando el espíritu olvidado. El amor, como el matrimonio son conceptos y son arquetipos divinos, tratar de plasmarlos con esfuerzo diario, como arguye el papa, es negarlos. El amor no necesita esfuerzo diario, el matrimonio no es un trabajo de todos los días, como bien afirma el papa al principio de su discurso, el amor es el arte de observar, de ver la necesidad en uno, el egoísmo en uno, la hipocresía y la banalidad que existe en uno y que daña al otro, el amor no puede ser construido ni trabajado, el único que puede construir el amor es Dios.
Y en esa misma charla del papa en el día de San Valentín del año 2014, también afirma: “Todos sabemos que no existe la familia perfecta ni el marido o la mujer perfectos”
¿Por qué el mediador entre el cielo y la tierra niega el arquetipo perfecto de familia? ¿Por qué niega las palabras de Jesús cuando dijo “Sed perfectos como mi padre es perfecto”? La actitud del papa contradice el puesto que le han otorgado, ¿Cómo es que un ser que se coloca en el puesto de “Su Santidad” afirma que no existe la familia perfecta? Debemos recordar que todos los juicios que construye el Sumo Pontífice son y deben por necesidad ser infalibles conforme a la teología católica, o sea que está exento de cometer errores al momento de promulgar una enseñanza dogmática en materia de fe y moral.[3]
Por lo tanto lo que es infalible debe ser tomado como una verdad y si el sumo pontífice afirma que no existe la perfección ni en la familia ni en el lugar del marido o de la mujer entonces es porque ese arquetipo de perfección no existe. Pero toda criatura de Dios es perfecta de por si por más defectos que muestre tener, el ser como entidad es hecho a semejanza de Dios y por ende esa semejanza es la máxima expresión de aquel. Somos perfectos mientras estemos ligados a Dios y el matrimonio será perfecto mientras este unido a la voluntad de Dios. ¿Cómo es que no existe la perfección? ¿No hay perfección en una rosa aun cuando la rosa tiene espinas? ¿No hay perfección en un animal aun cuando el animal no se lava los dientes con pasta dental y tiene mal aliento? Por supuesto que la hay. Pero la perfección de la que habla el papa es una perfección artificial, es una perfección que por supuesto no puede existir, porque representa un estado de total inexistencia de los problemas. Mas, la perfección de Dios, es una perfección que mora junto al problema, porque el problema sirve, tiene un motivo y es parte de la realidad. La salud no puede existir sin la enfermedad, y la enfermedad es más bien una solución a lo incubado anteriormente. Por lo tanto, el papa afirma tranquilamente que no existe perfección en la pareja, más uno podría refutarle que las parejas SON PERFECTAS cuando sufren juntas! Y en el dolor hace realidad la LEY DIVINA. Pero el papa no termina allí sus consejos a los enamorados, avanza aún más diciendo que para la boda hay que hacer una verdadera fiesta y aconseja a no brindar con té sino a brindar con vino, y remata: ¡Imaginad acabar la fiesta bebiendo té!.
Por lo tanto lo que es infalible debe ser tomado como una verdad y si el sumo pontífice afirma que no existe la perfección ni en la familia ni en el lugar del marido o de la mujer entonces es porque ese arquetipo de perfección no existe. Pero toda criatura de Dios es perfecta de por si por más defectos que muestre tener, el ser como entidad es hecho a semejanza de Dios y por ende esa semejanza es la máxima expresión de aquel. Somos perfectos mientras estemos ligados a Dios y el matrimonio será perfecto mientras este unido a la voluntad de Dios. ¿Cómo es que no existe la perfección? ¿No hay perfección en una rosa aun cuando la rosa tiene espinas? ¿No hay perfección en un animal aun cuando el animal no se lava los dientes con pasta dental y tiene mal aliento? Por supuesto que la hay. Pero la perfección de la que habla el papa es una perfección artificial, es una perfección que por supuesto no puede existir, porque representa un estado de total inexistencia de los problemas. Mas, la perfección de Dios, es una perfección que mora junto al problema, porque el problema sirve, tiene un motivo y es parte de la realidad. La salud no puede existir sin la enfermedad, y la enfermedad es más bien una solución a lo incubado anteriormente. Por lo tanto, el papa afirma tranquilamente que no existe perfección en la pareja, más uno podría refutarle que las parejas SON PERFECTAS cuando sufren juntas! Y en el dolor hace realidad la LEY DIVINA. Pero el papa no termina allí sus consejos a los enamorados, avanza aún más diciendo que para la boda hay que hacer una verdadera fiesta y aconseja a no brindar con té sino a brindar con vino, y remata: ¡Imaginad acabar la fiesta bebiendo té!.
¿Por qué el papa incita a festejar con vino? ¿Cuál es el problema de brindar con té? El papa trata de acercarse a la juventud, eso es un hecho, y para ello se pone a la altura de los jóvenes. ¿No deberían los jóvenes tratar de llegar al papa si es él Su Santidad? Parece que brindar con té es muy aburrido y el papa considera que FIESTA debe ser sinónimo de ENTRETENIMIENTO, lo cual es una gran mentira.
Las fiestas de hoy son puro ruido, se exaltan las pasiones, se toma mucho alcohol, repito se toma mucho alcohol y se come hasta reventar. ¿Por qué el papa no condena tales prácticas? ¿Por qué el papa habla de la fiesta de bodas como algo mundano en lo cual terminar bebiendo té sería algo totalmente insólito? Es evidente que el papa tampoco está hablando aquí de las bodas del cordero mencionadas en el apocalipsis, las bodas a las que se refiere, son las bodas mundanas y sus consejos se dirigen a ellas. ¿Pero no debería Su Santidad tratar de acercarnos a la realidad de las bodas del cordero, en vez de exacerbar las fiestas actuales donde los novios se muestran como dos payasos?
Las fiestas de hoy son puro ruido, se exaltan las pasiones, se toma mucho alcohol, repito se toma mucho alcohol y se come hasta reventar. ¿Por qué el papa no condena tales prácticas? ¿Por qué el papa habla de la fiesta de bodas como algo mundano en lo cual terminar bebiendo té sería algo totalmente insólito? Es evidente que el papa tampoco está hablando aquí de las bodas del cordero mencionadas en el apocalipsis, las bodas a las que se refiere, son las bodas mundanas y sus consejos se dirigen a ellas. ¿Pero no debería Su Santidad tratar de acercarnos a la realidad de las bodas del cordero, en vez de exacerbar las fiestas actuales donde los novios se muestran como dos payasos?
NOTAS:
[1] Krishnamurti. Amor Sexo y Castidad
[2] Ídem anterior.
[3]. Constitución Dogmática Pastor Aeternus. (1870). Concilio Vaticano I. Capítulo 4
viernes, 14 de febrero de 2014
CRISTINA SABE QUE VA EN CANA SI LOS GRANDES MEDIOS DE EE.UU PUBLICAN SU FORTUNA ROBADA
Adrián Salbuchi y Enrique Romero fundadores del PSR – Proyecto Segunda República, evalúan las expresiones de la Presidente sobre la deuda, la entrevista televisiva, su participación en la ONU, que no defiende los intereses del país y del Pueblo. Los alien y los EEUU, los reptilianos, los extraterrestres vista desde el presidente Ruso. El poder global con Hollywood en el justificativo del armado del gobierno único mundial. Quieren entrar en nuestro conciente colectivo para imponer que aceptemos ese gobierno global contra las fuerzas alienígenas de otros planetas. El fin es imponerse ante el resto.
EL ECOLOGISMO COMO INSTRUMENTO PARA IMPONER EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Adrián Salbuchi y Enrique Romero pondrán sobre la mesa las estrategias encubiertas del más conocido y renombrado organismo ecologista. La financiación de estas entidades promulgada bancos internacionales, levantando banderas en nombre de la humanidad. Protestas con ánimo de provocación hacia los países que se opongan a los intereses de la corona. Inventos que podrían revolucionar las relaciones de poder entre estados y una verdadera oposición hacia la destrucción de la naturaleza. Un coche que marcha con agua creado por un hombre que murió tiempo después y por causas misteriosas. El reciente caso de los militantes de Greenpeace en Rusia.
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